El maíz además de ser parte de las costumbres alimentarias, tiene múltiples ventajas nutricionales para nuestro cuerpo, por lo que se le puede considerar un Súper Food.
El calcio es el mineral más abundante en el cuerpo, se requiere para varias funciones, la más conocida es el de formar y fortalecer al esqueleto, pero también ayuda a la función de los vasos sanguíneos, músculos, nervios, señales entre células y hasta secreción de hormonas.
Los granos de maíz tienen un 70% de carbohidratos los cuales ayudan a reducir el índice glicérico y carga glucémica en los alimentos.
Esta función ayuda a que se absorba con mayor lentitud la glucosa en la sangre y así el cuerpo puede sentir mayor saciedad y de igual forma reducir el riesgo para padecer diabetes.
Los carbohidratos que tiene el maíz son una fuente de energía, ayudando al movimiento de los músculos, también son fundamentales en el metabolismo de los centros nerviosos y la glucosa, que es la molécula que proporciona casi toda la energía que utiliza el cerebro diariamente.
La fibra dietética, además de ayudar con la regularidad intestinal, juega un papel en la formación y mantenimiento de los billones de microorganismos y bacterias que generan equilibrio en el cuerpo, mejor conocida como microbiota intestinal. Sin dichos microorganismos las personas tendrían dificultades para procesar nutrientes esenciales, para obtener energía de los alimentos.
El consumo adecuado de fibra ayuda a reducir el riesgo y prevenir enfermedades crónicas, accidentes cerebrovasculares tipo 2 y cáncer de colon.
Entre el 8-10% del grano de maíz son proteínas y se encuentran principalmente en el endospermo. A medida que el grano madura, las cantidades de proteína aumenta.
El principal aminoácido es la lucina, este es considerado esencial. El organismo no lo produce y debe obtenerse de los alimentos.
La combinación del maíz con leguminosas como el frijol, mejora la calidad de la proteína y se convierte en un excelente alimento.
El maíz es de los granos con mayor contenido de polifenoles, que tienen capacidad antioxidante; su función es proteger la acción de los radicales libres, moléculas inestables que el cuerpo produce como reacción a las presiones del ambiente y de otro tipo.
Consumir polifenoles ayuda a proteger a las células del cuerpo, y a largo plazo ayudar a prevenir inflamación y enfermedades crónicas degenerativas como: la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares.
El maíz es el grano principal para las personas que buscan una dieta libre de gluten.
El maíz contiene vitamina A, sus caretoides se encuentran con mayor frecuencia en el maíz amarillo. Los principales carotenoides en el maíz (luteina y zeaxantina) apoyan la salud visual al reducir el riesgo de cataratas y degeneración macular.
La vitamina E: tiene actividad antioxidante.
La familia de vitaminas B contiene:
Su composición lo dota del poder de dar saciedad, pero no solo por tener fibra y proteínas, sino también por la facilidad con la que se puede disfrutar de él en sus diferentes variedades y preparaciones.