Cinco prácticas de manejo pueden ayudar a que el cultivo sea más resiliente a estrés por sequías tempranas cuando lleguen a ocurrir.
1. Asegurar una fertilización adecuada con potasio.
2. Reducir o eliminar la labranza para preservar la humedad del suelo.
3. Evitar siembras muy superficiales –buscar una profundidad de siembra de alrededor de cinco centímetros en la mayoría de las situaciones.
4. Asegurarun muy buen contacto de la semilla con el suelo al momento de la siembra.
5. Manejar los suelos de tal manera que se pueda mejorar la estructura y la capacidad de retención de agua y minimizar la compactación.